Terapia de hongos, una experiencia para romper tus tabús y aprender de ti mismo

¿Conoces la psilocibina? Este es el nombre de un componente mágico presente en los hongos que abre la puerta a vivir experiencias sanadoras como las terapias de hongos. En diversas investigaciones, se determinó que esta sustancia junto con la terapia facilita el tratamiento de la depresión, la ansiedad y el estrés. 

Este tipo de terapia debe ser siempre una decisión informada y guiada por expertos para evitar los malos viajes. Por lo tanto, este blog es meramente informativo.

Acompáñanos a ver cómo vivieron esta terapia Laura Gallego, administradora de zona de Chef, y Kevin Cuartas, trabajador de Chef.

¿Por qué tomaron la decisión de participar en la terapia?

Laura: Nosotros nos animamos a hacer lo de los hongos porque (lo digo por mí) Maribel e Iván (socios fundadores de Chef) nos hablaron de la experiencia tan bonita y tan bacana que tuvieron. No podemos negar que tuvimos al principio susto, pero ellos mismos nos daban la tranquilidad y la verdad la experiencia fue brutal. 

Kevin: Yo hablo igual que Laura, yo también me animé por Maribel e Iván que nos lo recomendaron y, de igual forma, nos hablaban mucho que uno para estas cosas necesitaba llevar un propósito de tratar de entregarse lo que más pudiera y esa desde el principio era la intención. 

Una de las razones para mí fue eso; llevar el propósito e intentar, después de la terapia, tener un cambio emocional y he intentado hacerlo todo desde el día que se hizo la terapia.

¿En qué consiste la terapia de hongos?

L: Yo siento que la terapia no tiene un factor en común para todos. Yo la quería usar, sobre todo, para sanar muchas cosas que tenía en mi cabeza y también me ayudó demasiado a organizar muchas cosas que no había organizado. 

También lo hice por botar miedos, porque yo a veces me detengo a hacer cosas por miedo a lo que vaya a pasar, entonces para mí fue como un reto. Sí iba con mucho susto, pero la experiencia es totalmente diferente. A mí me ayudó, como persona me ayudó demasiado.

¿Hace cuánto tiempo participaron?

K: Hace como un mes y medio, dos meses. 

¿Cuánto dura una sesión de terapia?

K: Era desde las 8 de la mañana, que lo preparan a uno. Nos sientan, nos ponen a conversar, a compartir experiencias entre todos y no teníamos ni celulares ni reloj, entonces, cuando ya nos soltaron, eran como las 8:30 de la noche. 

No sé cuándo nos dieron la medicina, solo sé que, cuando nos la dieron, era de día y, cuando nos despertamos, estaba de noche. No sabría decir cuánto duró el viaje como tal. 

L: Sí, a nosotros nos quitaron como tal los celulares, desenfocamos total, así que yo creería que fueron como 5 horas. Nosotros desayunamos, hicimos la actividad y empezamos por ahí tipo 12 del día y, cuando nos quitamos las máscaras, ya estaba oscuro, eran como las 6. Fueron aproximadamente 5 horas o no sé si fue más tarde, pero yo creería que fueron como 5 horas.

¿Dónde realizan la terapia?

K: Eso fue en una casa finca allá en Río Negro, en un espacio natural.

¿Quién la dirige?

K: Eso es una fundación. Se llama Fundación Vive y trabaja con esto, trabaja con la psilocibina (componente de los hongos). Ellos están dedicados a esto y hacen terapias regularmente; son un grupo de voluntarios. 

Las personas que ayudan a la fundación son un grupo de voluntarios que han sufrido de depresión, que han llevado un motivo para la terapia, les ha servido y han cambiado. Son grupos de voluntarios que, cuando van las personas, se encargan de acompañarlas. 

Existen personas que se malviajan o que se salen de lo que quieren ellos, entonces los voluntarios están acompañando todo el tiempo a las personas. 

¿Cada cuánto lo hacen?

L: Tengo entendido que ellos esperan tener un grupo de personas para realizarlo, que no solo se enfocan en hacer la terapia, sino como en varias cosas más que tengan que ver con su planificación. Entendí que ellos esperan tener un grupo de personas para realizarla.

¿Cuántas personas había?

K: Nosotros fuimos con un grupo de compañeros y éramos 8. Nos dijeron que era el grupo más alto que habían tenido. 

Normalmente ellos no hacen las terapias con ese grupo de personas porque no es recomendable para lo que se busca con la psilocibina y que, con una sola persona que se malviaje, se puede dañar el viaje de los demás. 

Sin embargo, como somos un grupo de personas de la misma área de la empresa, todos nos animamos.

 

Terapia psicodélica

¿Qué experiencia les llamó más la atención durante la terapia?

K: A mí me impactó mucho que yo, en medio del viaje, vi muchas cosas negativas; como en lo que estaba fallando y la crítica destructiva de la gente hacia uno. Eso me impactó mucho porque todo fue lo que le pesa a uno en el diario vivir y tantos señalamientos hacia uno… 

Eso es lo que uno tiene que lidiar, uno tiene que dejar de pensar en todas esas cosas negativas que lo van como afectando socialmente. Eso me dejó pensando también en cuanto a los prejuiciosos, porque uno es una persona muy diferente a lo que quizás quiere la sociedad, diferente a cómo pintan que debe ser una persona para la sociedad, para una empresa, para un estilo de vida. 

Como dije, uno lleva un estilo de vida o es algo totalmente distinto a lo que usualmente quiere la sociedad, la familia y los mismos amigos, las personas del día a día, entonces me impactó que, en medio del viaje, muchas personas lo señalaban a uno y la historia de mi mamá, mis amigos, la mamá de la niña mía. Es eso. 

L: Apoyando un poco lo que dice Kevin, uno de pronto maneja un estilo de vida muy diferente al de los demás. Aun así, yo sentí susto en algún momento. Como la terapia la hacemos con varias personas alrededor de nosotros, lo que me asustó tal vez fue escuchar en el viaje a dos de las chicas, amigas mías, que en algún momento se estaban riendo demasiado. 

Incluso, en ese momento cuando las escuché, yo misma las callé. No sé por qué sentí ese susto; en algún momento, cuando las escuché, me desesperé y lo que hice fue callarlas, eso fue lo que me dio un poco de miedo. 

La terapia como tal es muy chévere, tú estás conectado con lo que va pasando, pero como me desconcentré un poco, eso fue lo que me dio más susto.

¿Qué aprendieron durante la terapia?

K: No quiero decir que no me haya servido, pero no siento que me haya contribuido mucho, sino que me concientizó un poquito más frente a muchas cosas emocionalmente en mi vida. 

Por una parte, debido al viaje, me humanicé un poquito más. Por el mismo estilo de vida que uno lleva, uno es muy llevadito de su parecer, entonces antes todo era como “no me importa, no me importa” y ya, después del viaje, entiendo mucho más a mi mamá, a la mamá de la niña mía, entiendo muchas cosas a las que no les prestaba atención. 

Uno sigue siendo igual, pero ya por lo menos trata de aterrizarse un poquito más, como “no seas así, que esa no es la idea”. Cuando las personas lo señalan a uno es porque saben que uno está fallando, solo que uno no se permite ver eso y esto me concientizó un poquito más en cuanto a mi familia y mi vida social.

L: A mí de la misma manera me sucedió. Yo, de hecho, hacía poco había pasado por la pérdida de una persona, iba muy enfocada en esa persona e incluso no la vi en el viaje, pero después entendí por qué no la pude ver. Tal vez yo sentía que no la estaba dejando descansar, como el mismo Kevin me lo dijo en algún momento, y después entendí muchas cosas. 

Mi relación con mi pareja estaba muy mal. Con esto, notablemente las cosas cambiaron demasiado. Aprendí a entenderla un poco más… Lo mismo que decía Kevin, a veces somos muy tercos y, en esta experiencia que tuvimos, te concientizas de muchas cosas.

¿Qué piensan del tabú que hay con respecto a los hongos psicodélicos?

L: Todavía nos falta un poquito más para que deje de ser un tabú. Incluso, cuando yo escuché del tema, nunca lo critiqué ni lo juzgué, pero sí pensé “ay, esto es algo fuerte y hay que saberlo manejar”. 

Yo siento que el tema es más hablar de hongos; hablar de lo importantes que son, de lo increíbles que son, porque es algo que no es cotidiano para nosotros. Sí sabemos que existen las drogas y todo eso, pero de ahí pa’ allá que se utilicen las drogas es algo malo. 

Si nosotros sabemos utilizar los hongos de una buena manera, se vuelve una experiencia muy brutal, entonces sí es tratar de tumbar esos tabús hablando más de hongos. 

K: Yo comparto lo de Laura, es de pronto hablar más de eso, concientizar un poquito más, hablar más de los beneficios sobre todo; si se habla solo de “es que los hongos esto…” como si fuera una droga más, pues no funciona; hablar más de los beneficios sería clave, pienso yo.

¿Recomendarían la terapia a otras personas?

L: Me calmé al ver la tranquilidad con la que hablaban Iván y Maribel, a mí me daba mucha tranquilidad escucharlos. Por eso, yo les hablaría a las personas desde mi experiencia y los miedos que tuve antes de hacerla. 

Cuando uno llega a la terapia, hay unas chicas que son las cuidadoras y que siempre están pendientes de nosotros. Estas chicas me dieron una tranquilidad brutal, me sentí tranquila, me sentí segura de hacerlo y sentí que todo iba a salir bien por las mismas experiencias de las que hablaban. 

Ellas no te hablaban de todo lo superbonito, también te decían lo malo, pero lo malo nunca era “te vas a quedar ahí o no vas a volver”, eso nunca va a pasar; “te puede ayudar a tu perdón, te puede ayudar a tu crecimiento”, ese es el enfoque. 

Así que también lo recomendaría. Si tienes un enfoque, te va a ayudar con ese enfoque, te va a ayudar a aclarar muchas cosas, entonces yo lo recomendaría absolutamente a todo el mundo. 

Yo incluso les dije a mis familiares. Mi mamá me dijo que no (ríe durante la entrevista), pero mi tía, que es muy religiosa, me empezó a preguntar muchas cosas como dónde es esto y cómo lo hacen. A ella le quedó sonando mucho. 

K: Yo la verdad no lo he recomendado, pero sí llegué a hablarlo con mi mamá y me dijo que dejara de hacer esas maric@das (ríe durante la entrevista). Más bien, que buscara más de Dios que esa era la mejor cura para todo, ella es muy religiosa también. 

Me dijo “busque un retiro espiritual, algo así que lo conecte más con Dios” y yo le dije que, si ella llevaba un propósito, la medicina la podía ayudar, solo tenía que llevar un propósito.

Sin embargo, no lo he hablado mucho con las personas, porque, como uno ha tenido sus experiencias de vida, de parte mía sé que no lo van a tomar de buena manera. Por eso es que no lo hago.

 

¿Qué tal ves el tema? Recuerda siempre informarte y consultar con un profesional antes de animarte a  probar la terapia de hongos y cualquier otro tipo de terapia medicinal.

Made with love,

Chef Burger